¿POR QUÉ DEBEMOS PERDONAR A LEO?
EL ORGULLO QUE NECESITA HUMILDAD
➡ LEO, ASÍ ES COMO TE VEN EL RESTO DE LOS SIGNOSLeo, el signo de Fuego por excelencia, es sinónimo de carisma, liderazgo y una confianza arrolladora. Estas personas nacidas bajo la influencia del león tienen un corazón inmenso y una mente abierta de par en par.
Un Espíritu Majestuoso
Lo primero que destaca de Leo es su aire majestuoso e imponente. Son seres seguros de sí mismos, que irradian una fuerza interior capaz de conducir a las masas.
➡ LEO: POR QUÉ TE CUESTA TANTO SUPERAR ESA RELACIÓN QUE SE ROMPIÓEsta energía magnética los convierte en líderes natos, capaces de tomar las riendas de cualquier situación con entereza. Pareciera que para ellos pedir perdón fuera una tarea sencilla.
El Orgullo, su Mayor Obstáculo
➡ LEO: LO QUE IMPIDE QUE LOGRES TUS OBJETIVOSSin embargo, es precisamente su orgullo desmedido lo que a veces les impide asumir sus culpas y hacer las paces. Este defecto nubla su juicio y los lleva a creerse infalibles.
Leo debe aprender a acallar esa voz orgullosa que le impide ver sus errores con claridad. Sólo así podrá mantener el control que tanto anhela sobre todas las situaciones.
➡ LEO: ASÍ ERES EN UNA RELACIÓN A DISTANCIATomar la Iniciativa
➡ LEO: LO QUE NO TE PERMITE AVANZAR Y SUPERARTE!Por eso, es crucial que Leo tome la iniciativa a la hora de pedir perdón, sin esperar a que sea la otra parte quien dé el primer paso. No debe dejar que su orgullo le impida reconciliarse.
Al ser quien extienda la mano primero, Leo demostrará su grandeza de espíritu y recuperará su brillo estelar.
Dejar Brillar el Corazón
Leo, tú que tanto amas estar en la cima, debes comprender que el verdadero liderazgo nace de la humildad. Deja que sea tu inmenso corazón el que guíe tus pasos, no tu orgullo desmedido.
Pide perdón cuando sea necesario y verás cómo la paz interior que tanto anhelas inunda tu ser. Sólo entonces brillarás con luz propia, majestuoso y pleno.
Perdonemos a Leo y ayudémoslo a encauzar su energía arrolladora por el sendero del perdón y la reconciliación. Porque sólo así su alma podrá resplandecer en todo su fulgor.